martes, 18 de septiembre de 2007

Por todos

Me duele en el alma que hayan cambiado los sombreros acabados por gorras desteñidas; que no trabajen sobre un caballo sino que lo hagan en un bus; que no lleven en sus manos papas, sino masmelos; que su ropa no esté sucia por la tierra, sino por el polvo; que los ofrecimientos amables, producto de una hospitalidad desbordarte, se hayan trasformado en peticiones molestas, consecuencia de su necesidad infinita.

Me duele por ellos, me duele por sus hijos. Por ellos quienes después de estos años de destierro siguen pidiendo regresar. A algunos les alimentan la esperanza del algún día y a otros los obligaron a adaptarse a la realidad: a los prados duros y grises, a los animales ruidosos, humeantes; a la comida que ya fabrican otros, que no sabe tan bien y que es escasa; a entender que no se es feliz con poco, sino que se es infeliz por mucho.

Me duele por ellos y me duele por sus madres. Por esas esposas que tuvieron que salir a la calle a hacer lo que antes hacían en la casa, pero sin el calor del hogar, bajo el dominio de otras. Por esas cuyos esmeros no los reciben sus hijos, sino los hijos de esas otras, que para variar, reciben los esmeros de muchos, mientras los suyos reciben voluntades de unos cuantos.

Me duele por ellas y me duele por nosotros. Por los que sentimos lástima e impotencia al verlos subir al bus. Por los que compramos los masmelos con la ínfima resignación de no poder hacer algo diferente.

Me duele por nosotros y por los otros. Por aquellos que poco les interesa todo esto, pero que para el caso, da lo mismo.

Me duele y lo que más me duele, es que mañana me dejará de doler.

4 comentarios:

Catalina Arroyave. dijo...

Gracias por el compromiso con lo que se es. Excelente Sari.

Camila Avril dijo...

sari, te sigo leyendo, pero he hecho varios recorridos vanos...

Camila Avril dijo...

SARIISSS WHERE ARE YOU???

Jenn dijo...

Saris no te olvides de alimentar este cajoncito, vale?