A mi tristeza hace años ya que la tengo castigada.
Tiene prohibido salir.
Sé que no es algo pedagógico esto del castigo,
Pero es efectivo.
Eso creo.
Igual, a veces se escapa.
Anoche lo hizo pero la vi in fraganti,
una lágrima la delató.
Mi boca en un intento desesperado por distraerme
Movió sus puntas hacia arriba y como siempre lo consiguió:
Desvió mi atención mientras tristeza corría a esconderse bajo las cobijas y la luz apagada, como si no hubiese pasado nada.
Yo también hice lo mismo.
La tierra siguió su curso
Conmigo encima
Y tristeza dentro,
Muy adentro
Con la misma orden que ahora más que nunca
No puede romper.
jueves, 16 de agosto de 2007
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4 comentarios:
Las palabras me gustan y el tema es muy bien llevado, pero esta vez el ritmo me pareció muy cortado. Ah, y Conmigo se escribe pegado.
Me gusta leerte.
Peña
Mi querida y adorada SarisU. Tristeza que, en mi manera amarilluda de ver, hay que dejar salir para que respire, y no vaya a quitarnos el aire a nosotros un día. A tí que mil veces haz estado ahí para mis tristezas, te regalo a la pelirroja para que la uses (así sea para compartir pan chocolate).
tristeza... tantas formas de mirarla. el castigo está bien, sólo que después la represión puede ser mayor y hacer más da;o. reirse con ella, en últimas, qué hacer?
me gusto la forma de tratarlo. me pego a pe;a, con lo del ritmo. hubo momentos cortados, otros que lo necesitaban.
hace días no pasaba por acá, pero creo que he de volver más seguido. y tienes razón, puede ser muy complicado. las palabras son como los camaleones...
bonito, la mia esta incontrolable.
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